Pues ya sí que sí... Se acabó lo bueno. Llegó el final del verano y ahora toca aclimatarse a la rutina después del cierre del verano en el que ha pasado de todo...
Todo comenzó con una improvisada cena de rubias, a saber: mi mejor amiga conocida mundialmente como la Rubia, mi hermana mayor o Sis y yo, justo el día siguiente de llegar del pueblo. Hubo revelaciones varias e interesantes que ocuparán un post, muy merecido, dentro de no mucho.
Continuamos con la celebración del cumple de la Rubia, que fué al día siguiente de la cena. En el que, obviamente, me marqué una de mis loladas bañándome en bolas en la piscina de su urbanización y rematé la noche liándome con un amigo que se ha convertido en un reciente folla-amigo que me ha roto los esquemas y empiezo a plantearme el algo más . Lo mejor de todo es que lo hice muy consciente, sin alcohol de por medio, y no puedo echarle la culpa a las copas de más.
El lunes siguiente llegó minilola y me tuvo toooooda la semana de arriba para abajo sufriendo el calor de la gran ciudad haciendo cosas de pincezas que en el pueblo no se pueden hacer, es decir, de tiendas y de museos. Lo último se lo aguanto porque es chuli, lo primero fue una tortura inquisitorial. Pasearse por el centro comercial viendo ropa y más ropa y luego zapatos y luego bolsos y luego complementos y luego braguitas y sujetadores y luego... vuelta a empezar porque primero se hecha un vistazo a todas las tiendas y luego se compra. Viva la indecisión!!!!
En esa misma semana, aprovechando la pericia y juventud de minilola, le dije que me instalara Whatsapp en mi nuevo móvil heredado de ella.
Sí, tengo Whatsapp. La que nuuuuuunca se lo iba a instalar aunque tuviese el mejor móvil del mundo, la que odia que la controlen por redes sociales, la que no lo iba a usar nunca nunca nuuuuuunnnca... Soy débil y ha sido por una buena causa... OTRA LOLADA!!!!!!
Esa otra lolada se llama el Pelos, un egomaker que hace subir la temperatura con solo una conversación, para nada inocente, que merece el proximo post de loladas para él solito.
Y después de intentar digerir el cierre del verano, se supone que tengo que volver a la rutina como si nada???!!!! Los 25 están dando mucho de si.