martes, 12 de marzo de 2013

Loladas: El ecologista.

Esta es una de esas historias de las que te acordarás tooooooda tu vida y seguirás diciendote: ¿De verdad que se puede llegar a ser tan mema?

Cuando yo era más joven y aún más sagaz, con mis 20 añitos recién cumplidos, me dirigía a uno de esos oasis ajardinados en mitad de la gran ciudad donde había quedado con una amiga. Era una tarde de la avanzada primavera en la que luce un sol que pica y no sabes que desprende más calor, esos primeros rayos de sol casi de verano que te churruscan la piel o el tórrido asfalto. Ataviada con una camiseta de algodón olímpica, unos pantalones de tela anchos y fresquitos, mis sandalias favoritas de tiras de cuero y, como guinda, mi media melena al viento, me disponía a atravesar una concurrida calle del centro para llegar al lugar de la cita.

A medio camino, se me acerca un maromazo alto, pelo corto y rubio, con barbita de dos días y con un atuendo muy parecido al mío, pero de chico, y armado con una carpeta y un peto color verde con letras en blanco que decían: GREENPEACE
-Perdona, te puedo robar unos minutitos?
A lo que contesto toda dispuesta y acompañado de una sonrisa de oreja a oreja:
-Claro!!!
Ante ésta contestación, el chico responde con otra sonrisa y me empieza a explicar todo el tema de la ONG. De repente, se me queda mirando fijamente y me dice:
- No nos conocemos? Creo haberte visto antes.
Yo, le miro como si estuviera buscando en mi mente una cara como la suya que pudiese haber visto anteriormente y respondo:
- No me suenas pero, si paras por la universidad, es probable que nos hayamos visto. Me paso todo el día allí.
-Es posible. Tu cara me suena muchísimo.

Tras esta primera parada en su discurso, siguió dando la chapa con el calentamiento global, las ballenas, los alimentos biológicos, etc. Yo toda risueña, atenta e inocente le seguía el rollo compartiendo mis experiencias agrícolas, generalmente desastrosas, en la huerta de mis abuelos en el pueblo. Tras unas bromas y unas pocas risas más, vuelve a la carga con la dichosa preguntita:
- En serio que no nos hemos visto antes?
-No creo. De verdad que tu cara no me suena de nada.
-Pues tú me suenas a mí mucho. De verdad que no nos conocemos?
Ante su insistencia sucumbo al nerviosismo. "JODER!!!! No puede ser, para una vez que se acuerda de mí un maromo de este calibre, no es posible que yo no me acuerde de él" Con una estúpida risita nerviosa y más roja que un tomate de agricultura ecológica contesto:
-De verdad que ahora me estás haciendo dudar, pero lo siento, no te recuerdo.

Habiendo pasado ya casi 20 minutacos hablando de ballenas, reciclaje, lechugas y demás temas sobre ecología habidos y por haber, saca de su bolsa unos imanes promocionales para la nevera y me dice acompañado de una gran sonrisa:
-Toma, para que no se te olvide seguir comiendo alimentos biológicos. Que tengas un buen día. Adios!!!
Me despido del chico, me guardo los imanes y continúo el camino hacia donde había quedado.

Al llegar al sitio, lo primero que hago es flipar en tecnicolor delante de mi amiga.
-Tía, tía, tía!!!! No te puedes creer lo que me ha pasado?! 
Tras contarle toooooda la historia me contesta:
-Tía!!!. En serio que no te has dado cuenta?
Sorprendida y anonadada respondo:
- Darme cuenta de qué?
Mi amiga visiblemente afectada y con cara de "no me lo puedo de creer" me dice indignadísima y a gritos:
-TE ESTABA TIRANDO LOS TRASTOS!!!!!!!
A lo que sólo se me ocurre responder con la mayor cara de inocencia que jamás se me ha visto poner:
-De verdad...? Tú crees...?

Lo dicho. Gilipollas, GILIPOLLAS!!!!

viernes, 8 de marzo de 2013

Un final (oficial) es un comienzo.

Hoy soy oficialmente licenciada. Me explico, después de un mes y pico esperando a que se cierren las actas y pagar casi 200 €, entre el título y el expediente, SOY LICENCIADA!!!! No solo eso, para ser sincera, soy un proyecto de adulta, que en breves pasará el Rubicón de los 25, en una gran ciudad cosmopolita con miles de posibilidades y acojonada ante un futuro más que incierto.

Pero la gran pregunta es, ¡¿Y AHORA QUÉ?!

Barajando opciones, podría hacer un máster. Uno de los inconveniente es que tienen la mala costumbre de empezar en septiembre, en todo caso las preinscripciones es a lo único a lo que opto, y tampoco es que haya ninguno que me mole. Y para qué engañarnos, por ahora, estoy hasta los cojones de estudiar. De esta última frase me arrepentiré muy pronto, lo presiento. Además se vislumbran como un feudo al que sólo pueden acceder los más privilegiados, entiéndase los niños pera (pijos mierdas con mucha pasta). Bueno, puedo trabajar, pero tal y como están las cosas a lo único a lo que me podría dedicar es a oficios de dudosa legalidad. Osease que o me meto a puta o a camello pa' poder sobrevivir de forma independiente. Finalmente, queda la opción de liarme la manta a la cabeza y enrolarme en un proyecto altruista en algún país en ca' el demonio (lo que viene siendo muy lejos). Opción más que plausible en esta situación, y altamente probable al unirse con una de esas "ventoleras" que me dan de vez en cuando.

Teniendo este oscuro panorama ante mí, decido buscar la luz en GIRLS,  una serie en la que un grupo de amigas jóvenes y recién licenciadas buscan su lugar en el mundo en una gran ciudad. Joder, cómo yo...!!! Una vez que vas conociendo a las chicas molaría ser Jessa, ese espíritu libre buenorro, pero te miras al espejo y tienes el cuerpo de Hanna, incluso con algunos kilos más que ella, y la inocencia e inexperiencia de Shoshana. Bueno, Shoshana no es taaaannn inocente tiene algunas salidas muy buenas. En cuanto a las posibles ideas que solucionen el gran dilema.... están igual o peor que yo y eso ayuda poco.

Ante este fracaso inspirativo y contra todo pronóstico, decido seguir mi vocación y dedicarme a la difusión no formal. Empezando por el principio, comienzo mi formación con un cursillo de Monitora de Ocio y Tiempo Libre para ir probando el rollo pedagógico. Hasta aquí todo bien, si no fuera porque odio a los niños menores de 10 años!!!! Además decido motorizarme, es decir, sacarme el permiso de conducir, de una puñetera vez!!!, y disfrutar de la independencia que brinda un cacharro que te lleva y te trae no sujeto a horarios ni rutas.

En cuanto a lo de tener macho... con uno sólo nunca basta, y estoy demasiado a gusto como para aguanta discusiones estúpidas por motivos gilipollezcos. Nota mental: necesitaré otro post para explicar el género masculino que para ser la primera entrada, por hoy, es suficiente dosis de Lola.