jueves, 2 de mayo de 2013

Loladas: Rugbier I

Mi relación con el rugby no es solo estrictamente deportiva. Cuando te quitas las botas de tacos, el barro de toooodas las partes de tu cuerpos y sales del vestuario vestida de pinceza con el morro pintao de rojo Dior (más conocido como rojo putón) dispuesta a beberte hasta el agua de los floreros, y lo que haga falta en el tercer tiempo, la noche puede llegar a ser muy surrealista y 1) despertar acompañada o 2) despertar en una cama que no es la tuya. Ambas opciones incluyen sin bragas. Una de esas noches terminé, no se muy bien por qué, eligiendo la opción 2.

Acababa de terminar la temporada e íbamos todo el club, el equipo masculino y el femenino, a celebrar los no demasiado desastrosos resultados de ese año. Como siempre habíamos quedado donde "el gordo", el bar al que solíamos ir a celebrar los terceros tiempos en días que no estaba la temperatura como pa hacerlo en los jardines de alrededor del campo. Buenas y abundantes tapas regadas con muuuuuucha cerveza y a muy buen precio... Quién podría resistirse¿?!!!

Ante ese panorama lo raro es no salir borracha como un cochino aunque solo fuera de oler el alcohol del ambiente. No se muy bien cómo, por qué o quién dió la idea pero salimos de "el gordo" y, cantando a grito pelao en mitad de la calle canciones de rugby, nos dirigimos, creo recordar, a una discoteca. Calculo que serían como... las 2:00 de la mañana¿?
Por el camino, tampoco sé muy bien por qué, terminamos las chicas haciendo melés en mitad de una calle muy ancha que creo que era una de las calles principales de la ciudad. Aún me sorprende que no nos detuvieran o nos atropellaran. La siguiente melé que recuerdo era ya cerca de la zona de copas... y aquí viene lo interesante!!!  Pegamos tal hostión que algunos de los chicos tuvieron que ayudarnos a salir de la maraña de piernas y brazos.

En ese momento un chico alto, fibroso y castaño que nunca había visto por el equipo me ayudó a salir, mientras yo me descojonaba de risa y, en mi momento de gloria digo:

- Io... ysha no pueo máshss!!! Nechseshssito un cshsigarro.

No me di cuenta que mi espalda estaba apoyada en el pecho del chaval hasta que no me rodeó con sus brazos para ponerme en la boca un cigarrillo que se acababa de encender. Me doy la vuelta y le suelto un borracho gracias al que contesta con una sonrisa y un estrechamiento del poco espacio que nos separaba. Se me acercó al oído y me susurró:

- Me acompañas a casa..¿?

Y no pude oponer resistencia...

1 comentario:

  1. Chicos, aprended, así se liga, así. De nada.

    (Niega siempre lo de las bragas, que eso queda feo si te oye alguien que te quiere mal. Si te oye gente de confianza, por mucho que lo intentes negar, dará igual, se oirán las carcajadas desde la calle de al lado xD)

    :*

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