viernes, 12 de agosto de 2016

Cuarenta años después

Hoy me ha pasado una cosa muy curiosa en la oficina de turismo. Me parece una historia preciosa que debe ser contada.

Ayer entró a la ofi un señor mayor, de unos 70 años o más, con acento italiano. Preguntó por un lugar económico dónde alojarse esa noche y la ubicación del convento de la ciudad. No quiso saber más. Un poco extraño pero comentó que ya había estado en #RuralandiaCity y que conocía la ciudad.

Hoy ha vuelto a la oficina y, como los compis estaban liados con el mercado de artesanía que se celebraba hoy, yo estaba sola en la ofi. Volvió a preguntar por el convento y la contestación fue la misma que la del día anterior: que ya sólo existía un convento y que es el que se encuentra en frente de la ofi. En ese momento el señor abrió una carpeta de cuero, de las que se cierran con cremallera, y sacó un pequeño montón de fotografías antiguas en blanco y negro y, mientras la extendía por el mostrados enseñándome una a una previamente, me contó la historia de por qué se encontraba en #RuralandiaCity. Estaba buscando a Marisol, una chica que vio ordenarse novicia cuarenta años atrás. El señor me contó la historia desde el principio.

Cuarenta años atrás, él se encontraba haciendo un viaje con su coche por toda España y en su trayecto desde La Alberca a #RuralandiaCity atravesando las Hurdes, al borde de la carretera de montaña, vio a un paisano haciendo auto-stop. Paró y el paisano le pidió que si por favor le podría llevar a #RuralandiaCity, que su hija entraría como novicia al día siguiente en el convento y querían ir a la ceremonia. El señor le dijo que sí pero como su coche era grande al final terminó montando toda la familia, en un coche de 5 plazas terminaron entrando 13 personas. Cuando llegaron a #RuralandiaCity, le invitaron a la ceremonia e, incluso las hermanas, le invitaron a dormir aquella noche en el convento. Aceptó. Al día siguiente fue la ceremonia y él asistió como un familiar más.

En las fotos que me mostraba aparecía Marisol con un vestido de comunión y un velo. Se me hacía raro el vestido, era como mezcla de comunión y de novia aunque por las fechas debió ocurrir en los ’70 y la moda de comunión de los ’70… en fin. Un par de ellas eran las típicas de posado de niña de comunión y el resto eran de la ceremonia y de la familia felicitando a la recién nombrada novicia.

Cuando terminó de contarme la historia me volvió a mostrar las fotos de Marisol y las fotos en las que salía con su familia. Se disculpaba por la poca calidad de las fotos y por lo antiguas que eran mientras me mostraba insistentemente las fotos en las que aparecía con la familia. De alguna manera me daba a entender que mirase las fotos por si pudiera reconocer a alguien de la familia. Desgraciadamente es imposible que pudiese reconocer en una foto de hace cuarenta años a alguna persona de una comarca con la que no tengo relación. Sólo me pude disculpar y decirle que las únicas que podrían saber algo serían las hermanas del convento o que si recordaba el nombre del pueblo podría ir allí y preguntar. En ese momento me miró y comprendí que en el convento no le habían dicho nada. Me sonrió, me dio las gracias y se fue. Me sentí mal, me dio rabia de no poder ayudarle y me daban ganas de echarme a llorar.


Mientras escribo su historia llevo un rato soltando lagrimones, no sé por qué. La historia me emociona y jamás podré olvidar esa mirada de decepción por no haber podido encontrar, al menos, una pista que seguir pero a la vez una mirada de fuerza, de seguir con la búsqueda.  

viernes, 5 de agosto de 2016

Fin de la teoría, comienzan las prácticas.

Hoy hace exactamente una semana que terminé la parte teórica del curso de Promoción turística local e información al visitante que me ha tenido en #CapitalRural durante 4 meses. La verdad que me dio penilla que terminase. He conocido a gente que mola mil: una filóloga que siempre está pensando en comer, una geóloga #malamadre, un biólogo más salao que las pesetas, una mejicana muy de la tierra, un artista que sigue buscando a través de qué expresarse, un higienista dental que más parece un modelo, un economista farraguas, una maestra siempre sonriente, una historiadora del arte que era la única que me entendía los chistes de los Simpson,.. y unos cuantos personajes más.

La siguiente fase son las prácticas peeeerooooo… Sí, hay un pero, como siempre. Resulta que la última semana de teoría la de administración que lleva los temas de prácticas nos fue comentando uno a uno dónde haríamos las prácticas. A mí me dijo que estaba esperando a que le enviasen el convenio firmado desde el ayuntamiento de #RuralandiaCity. Así quedó la cosa hasta que, a inicios de semana, mi tutora de prácticas me dijo que empezaba éste jueves por la tarde como primera toma de contacto. Yo pensé, Chaaachi!!!! Tooodo solucionao!!!

Todo lo contrario, ese mismo jueves fue el día que les llegó el convenio vía e-mail. Total que la de administración no les había enviao el convenio y yo estoy en bragas y con la vida planificá con los horarios de las prácticas y sin saber si estas horas, hasta que el convenio tenga el visto bueno, me van a contar para algo. Lo más probable es que no. Ahhh!! Tampoco sé cuándo es el inicio oficial de las prácticas así que, así están las cosas. En espera a que les llegue el documento firmado y luego le den el visto bueno para que me comunique el inicio oficial.


Tengo culebrón para rato…

lunes, 25 de julio de 2016

#CapitalRural

Hoy necesitaba salir de casa, no pensar, no estar recluida entre cuatro paredes a oscuras a pesar del aviso amarillo por altar temperaturas. Estoy en una época un tanto ñaahh y necesito soledad o encontrarme o perderme o todo a la vez... Mira, no sé!!!

Ya llevo como 4 meses en #CapitalRural, se me acaba el tiempo, y tenía un paseo pendiente por la parte antigua. Un paseo en clama, sosegado, sola y en soledad. Es un poco difícil estar sola paseando por un Casco Histórico declara Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 (si no me patina la neurona), pero todo es posible si se sabe por dónde. Así que, me he agarrao a la cámara, cosa que no hacía desde hace mucho, y he vuelto a disfrutar del placer de la fotografía en soledad, en  mi soledad y a mi encuentro.

He callejeado y he ido con el objetivo de descubrir cosas y lugares por los que caminar, observar, ver, mirar, enfocar, inmortalizar,... Me he perdido por callejones hasta tal punto que no sabría decir dónde están algunos de ellos.



























En alguno, simplemente, te podías dejar estar.



También me he fijado en detalles. Unos ya vistos pero otros nuevos descubrimientos a medida que me perdía.



























Y he robado momentos...
(NOTA: No conozco a la pareja, no les he pedío posar, no estaban posando para una foto propia, ... simplemente he robado el momento. El problema es mi mierdacacapatata de cámara que si le das mucho zoom hace la foto borrosa y si me acercaba a ellos se iban a dar cuenta. De todas formas y, viéndola con calma, me parece una foto bonita. Borrosa y todo pero bonita)


Aunque también he encontrado cosas que, por desgracia, no se pueden captar con la cámara. Los olores impregnaban cada callejón y cada esquina. El olor a guiso, a dulces o a fritanga, dependiendo de la zona, pero el que asocio con la parte antigua es el olor a higuera. Ese olor penetrante y dulzón que te guía hasta encontrarte con ella. El olor a barniz de un palacio en restauración. Y los sonidos... Escuchar el silencio, el revoloteo de una paloma asustada cambiando de mechinal, el ruido de pasos o de tus propios pasos.

Ha sido como una catársis. Creo que me he encontrado. He vuelto a casa tranquila y sosegada. Necesitaba ese momento mío, para mí y de nadie más. Bueno, creo que también he encontrado mi lugar en esta ciudad.


sábado, 16 de julio de 2016

Pensar cansada

Hoy estoy cansada, el calor y la semana pasa factura, y cuando estoy cansada me da por dos cosas: o ver mierdas en la tele, de esas para entretener amebas, o me da por darle vueltas a la cabeza con lo que termino de bajón. Ha ganado la segunda opción.

Todavía me colea lo de los nódulos. Después de la punción, la semana con los nervios de punta y, por fin los resultados negativos, gracias al Valhalla, aún me queda la cosa de que tengo "algo" que no debería estar ahí. Pero eso no es todo.

He vuelto al mismo peso que tenía cuando empece las consultas con la endocrina, aquel con el que me acojoné, en menos de un año. Es duro intentar hacer tooodo lo que es saludable y ver que los resultados son mínimos. Me cuesta el doble o el triple que a los demás y los resultados desaparecen con el mínimo desliz y vuelta a empezar de cero.
Aunque el motivo principal del histerismo que tengo con mi peso responde a intereses de salud, no puedo negar que también lo hago por estética. No es agradable comprobar que la única ropa que te entra son los pantalones con gomita en la cinturilla y estampados leopardescos/floripondios que usan las señoras de cardao.

A pesar del bajón, no me regodeo en mi mierda. Me he puesto en plan estricto y vuelvo a intentar no probar azúcares ni hidratos refinados. Lo que peor llevo es lo del azúcar. Es como una puta droga!!! Creo que tengo mono. No es que me pusiese de bollos y mierdas azucaradas hasta el culo pero siempre hay un trocino, chiquinino, enano con el que picas (llamemoslo onza de chocolate). También es verdad que no voy a dejar de vivir y que llegue a ser obsesión controlar la comida a cada momento.

Pues nada, que en ello estoy. A ver si ésta es la definitiva.

viernes, 8 de julio de 2016

13 Rue del Percebe

Ya queda poco para que se acabe lo bueno, el 29 acaba la parte teórica del curso y abandono #CapitalRural, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de contaros los vecinos taaannnn maravillosos con los que comparto edificio y calle. La calle en la que estoy viviendo es una calle pequeña y céntrica entre dos avenidas principales, puede parecer ruidosa pero es muy tranquila. Eso pensaba yo cuando me vine a vivir. Pues no, es una puta calle de locos!!! Es un cuadrito, como dice @Corvus_corax81

Empiezo por el edificio (tenga como referencia que yo vivo en el 1º).

Vecino del 1º o "El Ruidos": Al lado tengo como vecinos un matrimonio madurito, no hacen mucho ruido de día pero llega la noche y todo cambia. El señor ronca como un puto oso cavernario, tanto ronca y tan fuerte que parece que lo tienes durmiendo al lado. Pero ahí no acaba la cosa, el coche le chirría y mucho. El barrio sabe perfectamente cuando llega a casa porque , la media hora que necesita para aparcar, se la pasa chirriando la dirección.

Vecina mayor del 2º, justo la de encima, o "La Carvi": Es una señora mayor, del tipo abuela jóven que se queda con los nietos y que se la reconoce por el cardao que se hace para disimular que tiene calvas. La mujer la verdad es que no da guerra, bueno sí, la muy guarra le quita las pelusas al cepillo y nos las tira al patio interior (al patio interior tenemos salida los del 1º pero separao, es decir, que no comparto espacio con "El Ruidos") Ya hemos descansao pero nos hemos pasado tooodo el curso oyendo a Nacho, el puto nieto diabólico que se pasaba el día haciendo los 100m lisos por el pasillo y pegando y amenazando a su hermana mayor.

Vecina cuasi sesentona del 2º, justo encima del piso de "El Ruidos", o "La Loca de los gatos": Este piso es un buen cuadrito. Son una familia de 4 componentes en la que: el padre no le hemos oído la voz, la madre se pasa el día suspirando quejándose de la vida de disgustos que le dan su prole y de su depresió, Damián el hijo esquizofrénico de casi 30 años que se pone tibio a porros y desaparece los fines de semana enteros sin tomarse la medicación y la hija pequeña que también tiene depresión. Que cómo se todo ésto? Pues porque se ponen a sacar la mierda familiar a voces en la cocina con las ventanas y puerta de la terraza abierta que da al patio interior y se oye todo. En este piso vive el gato que se pasa todo el año en celo.

El resto de vecinos/as: pues hay uno/a que le llamamos "El Guarro/a" porque se dedica a tirarnos papeles y desperdicios de la comida al patio. Aún no sabemos quién es. Para finalizar están "los del este" que son una familia que hablan a voces en su idioma y a #compipiso le jode porque no sabe lo que dicen, pero esos son los más civilizaos y les tenemos cariño.


Como la calle es tan estrecha  es como si en el mismo bloque tuviésemos más vecinos, pero en frente separaos por un callejón. Para que os hagáis una idea, con las ventanas abiertas puedes ver perfectamente el interior de los pisos de enfrente.

Piso de enfrente. Foto desde la ventana sin zoom y cogiendo el ángulo para que salga todo el bloque.


Los del primero: Es un piso de estudiantes, los que estaban viviendo el curso que acaba de terminar eran 2 chicas y un chico que se pasaban el día fumando en la terraza y jamás los he visto abrir una ventana pa ventilar.

El del segundo o "El chico que tiene una Estella" : En ese piso vive un chico jovencito y mu majo, cuando sale a la terraza nos dice hola con la manita. Tiene un/a perrino/a, igual de majo/a que él, que cuando sale a la terraza se nos queda mirando con carita de "juega conmigo". Es un bulldog francés muy gracioso.

Los del tercero: Este piso y el infierno es todo los mismo. Son una familia que se pasa el día y la noche, tooooda la puta noche, dando voces. De verdad que no me explico cómo lo hacen ni en qué momento duermen.

Los del cuarto: Este piso también es de estudiantes, tres chicos. Una panda de malotes de medio pelo que van al pueblo "pa traerse tapers de casa que no tengo comida, tío" y de los de "mañana temprano al gimasio que hay una pibita..." En fín, ya os hacéis una idea del percal.

Y hasta aquí la presentación de las personas y personajes con las que he compartido y comparto espacio, sobre todo espacio sonoro, estos últimos meses en #CapitalRural.

BONUS TRACK: Hoy me he entera que el hijo de "La Carvi" ha estado una semana ingresao en el hospital. Ya me parecía a mí que estaban muy tranquilos últimamente.

viernes, 4 de marzo de 2016

Cambio de aires que lo iba necesitando.

Madre del Amor Hermoso!!! Tengo el blog abandonaito perdio. La verdad es que en #Ruralandia tampoco es que me pasen cosas dignas de ser contadas pero ahora que me he mudao a #Capitalrural la cosa cambia.

Desde octubre del año pasado estoy liada con un Experto en Educadora en Museos, resumiendo, me sigo formando de lo mío. El motivo... Seguir haciendo cosas, tener la mente ocupada, no morirme del asco, ... No se. Ocupar el tiempo mientras estoy en paro?
En este experto, ofrecían prácticas laborales no remuneradas y de forma voluntarias en instituciones que estuviesen dispuestos a acoger personal en prácticas.
Pos la Lola con toa su ilusión se puso a buscar instituciones en las que poder hacer prácticas. Encontré tres y en una de ellas tenía convenio con el centro de formación. De fruta madre!!!! Me pongo a mandar mails a la coordinadora de prácticas que, en principio, contestaban casi al momento hasta que un día dejaron de contestar.
Después de casi tres meses sin saber nada, mando un mail incendiario y con mu mala leche. Contestaron al momento que habían llamado a la institución. A los dos días me mandaron otro mail informándome que la institución se pondría en contacto conmigo.

JODER!!! Si lo llego a saber lo hago el primer día. En fin. Ahora viene la parte divertida...

Me llama la institución para concertar una entrevista. En esa entrevista me dicen que les interesa tenerme en prácticas, que les gusta mi CV. Que eran una institución pequeña y que ahí "todos hacían de todo". En ese momento me empecé a mosquear... Sigue la entrevista y me preguntan que si estoy dispuesta a hacer visitas guiadas.
HOLA?!?!?! Mi experto se basa en eso mismo. En diseñar, desarrollar y evaluar todo lo didáctico que se puede hacer en un museo, desde las famosas visitas guiadas hasta las fichas didácticas, los talleres, asesoramiento didáctico en el montaje de las exposiciones, redacción de textos informativos y un largo etc. El mosqueo aumenta, no saben qué estoy cursando.
El remate lo da cuando les comento que las prácticas no pueden durar más de 3 meses y que no puedo hacer más de 30 h de prácticas a la semana además de que tenemos que firmar un anexo al convenio de prácticas entre la institución y yo en el que quede especificado horarios y funciones a realizar durante el periodo de prácticas. No tenían ni idea, sólo sabían que las prácticas duraban tres meses. La cosa quedó en que tenían que comprobar con el centro documentos de seguros y convenios y que, cuando todo estuviese hecho, me llamaban para confirmar periodos de prácticas y horarios.

Como a la semana y algo me llaman desde la institución para que les confirmase el periodo de prácticas. Lo confirmo y les comento que me gustaría tener otra entrevista en las que comentarles las competencias a las que me acredita el experto. Me dicen que sin problemas. Dos días después nos volvemos a reunir. Te vas a reír mogollón, verás.
Previamente mandé un mail a la coordinadora de prácticas comentándole que si me podía mandar un dossier que yo pudiese enseñar a la institución en el que se explicase a lo que me acredita el experto. Contestación del mail: ese documento no existe y que les puedo enseñar el dossier de presentación para alumnos del experto. WHAT THE FUCK!!! Esa contestación me confirma que ni se han molestado en informar a la institución qué le van a mandar.
Total que me presento con los puntos importantes del dossier, los objetivos y el temario. Me contestan en la institución que eso es muy general y como con cierta insinuación de que lo que estoy haciendo es un mojón. A lo que muy educadamente les contesto que mi Licenciatura en Historia es la base de mi conocimiento y que el experto es un complemento que me enseña a aplicarlos en instituciones museísticas. Me vuelven a repetir que ahí "voy a hacer de todo" y que de lo que dice que me capacita el experto sólo será un 3% del tiempo que esté allí. Aún así acepto con toa mi ilusión y pasamos a la parte de cuadrar horarios. Mientras le comento mi disponibilidad me dicen que la mayor parte del tiempo voy a estar como vigilante de sala y que si alguien me pregunta algo de la exposición que conteste pero que ni se me ocurra ofrecerme para explicar nada. O.o

No se por qué en ese momento acepté seguir con las prácticas. No se, la verdad. Estaba tan en shock por lo que acababa de escuchar que simplemente me dejé llevar.

Pocos días antes me llaman de un centro de formación para decirme que he sido aceptada para el curso de Promoción Turística Local e Información al Visitante. Entré en una espiral de dudas... Qué hacía? Las prácticas o el curso.

La balanza se inclinó cuando el día anterior al que, supuestamente, empezaba las prácticas llamo para confirmar el día que empiezo y los horarios, nada había quedado concretado sólo un te llamamos, y me dicen que mis prácticas tienen que ser afirmadas por el director de la institución y que tienen que avisar al centro de formación para que comience los trámites. Después de flipar un buen rato, decidí que los mandaba a la mierda.

Lo que más me duele de todo esto es la falta de respeto de la institución hacia mí. Le sofrezco de forma gratuita aportar esfuerzo, ilusión y conocimientos y me dicen que vigile salas que lo de educar en museos es un mojón. Pos pa tí el mojón!!!

Ahora estoy viviendo en #Capitalrural con #MiniLola, con la que comparto cuarto, y dos chicas más. Bueno, dentro de un par de días tendré mi habitación propia y habrá paz y armonía en el piso. También un mal bicho sibilino menos. Pero eso es otra historia...